Una gota de agua escurría por la fría botella de vidrio mientras yo la
miraba somnoliento. No era una gota muy grande. Tampoco era muy chica en
realidad. Bastante promedio en lo que a tamaño de gotas se refiere. Nada
particular. En realidad, no tengo idea cual es el tamaño promedio de una gota
de agua cayendo por una superficie fría de vidrio, pero sospechaba que era
cercano al tamaño de la gota que miraba en esos momentos.
La gota se detuvo.
Eso me sacó de mis ponderaciones respecto al tamaño promedio de gotas. La
gota se había detenido muy repentinamente. Quizás… demasiado repentinamente. No
soy un experto en comportamiento de gotas, pero me pareció bastante raro.
Tal vez había un cambio en la textura externa de la botella que hizo que la
gota se detuviera. Algunas de esas nuevas botellas tenían superficies más
rugosas en algunas partes para un “agarre-fácil”, cómo si sostener una botella
normal fuera difícil por algún motivo. Todas las cosas ahora parecían tener
“agarre-fácil” o un “diseño ergonómico”. Creo que una botella no necesita un
diseño ergonómico, el diseño tradicional ha funcionado por varios miles de
años. O cientos de años. No sé cuándo se inventaron las botellas, pero tienen
que ser por lo menos unos doscientos años, ¿o no?
Pero volviendo a la gota, quizás una superficie rugosa en la botella
explicaría su inusual comportamiento. Levanté mi mano y pase el dedo índice
junto a la gota de agua, buscando una rugosidad. Nada. Ninguna rugosidad.
Retiré mi dedo súbitamente. Un súbito e hiperbólico pánico me inundo por un
segundo. Temía haber sacudido sin querer la botella con mi dedo, haciendo que
la gota se libere de su prisión. Me quedé helado por dos segundos, mirando la
gota de agua. No se movía. Dejé escapar aliviado el aire de mis pulmones. Por
algún motivo me sentía cómo un científico mirando algún espécimen, y no quería
afectar el comportamiento natural de la gota. Necesitaba observar sin
intervenir.
O quizás me sentía como una especie de naturalista observando un leopardo,
o algo así, en su ambiente natural. Mirando cómo el leopardo cazaba una gacela,
mientras yo me escondía debajo de una pila de ramas, observando la escena con
un nudo en el pecho. Queriendo ayudar a la gacela, pero sabiendo que hacerlo
significaría alterar el orden natural de las cosas. Significaría afectar de una
forma desconocida un delicado ecosistema.
Pero estoy divagando. Volviendo a la gota de agua. Seguía sin moverse. Me di
cuenta que ya había invertido demasiado tiempo observando y pensando sobre la
gota de agua. Ya no había vuelta atrás, tenía que saber cómo terminaba la
historia.
Quizás la gota había decidido por sí misma detenerse. Quién sabe cómo
piensan las gotas, si es que piensan en lo absoluto. Creo que cómo seres
humanos somos a veces muy antropocentristas y no somos capaces de entender
inteligencias ajenas. Puede ser que el mundo inorgánico este poblado de vida
que no somos capaces de ver. Las rocas y el viento y si, quizás incluso las
gotas de agua, están tan vivas cómo nosotros. Creo que nadie puede saberlo.
Esa gota de agua es quizás una especie de rebelde, luchando contra el
sistema establecido. “No caeré por la botella cómo el resto de las gotas”. Era
una gota punk. Tuve un momento de estúpida risa al imaginarme una gota con un
mohicano. La gota de agua se había decepcionado profundamente ante las normas
de la sociedad de gotas. Luego de esta realización, se había escapado del
convento de gotas de agua, y había ido a hacerse un tatuaje con una calavera en
llamas. Y quizás se había peleado con sus padres, que también eran gotas de
agua, que querían que fuera una gota de agua abogada. Por algún motivo ya no me
reía y me imaginaba todo esto muy seriamente.
Tal vez esa gota entendía cosas del mundo que nosotros, cómo seres humanos
cegados por la satisfacción rápida y la lógica del mundo moderno, ya no éramos
capaces de ver. Una apreciación de la belleza del mundo que a fuerza nos
sacaban de la cabeza en los colegios. Nos hemos pasado todas nuestras vidas
mirando pizarrones empolvados, en lugar de mirar por la ventana, siendo que las
cosas pasan allá. Afuera de la ventana. Quizás la gota de agua entendía el
mundo como en verdad…
La gota se deslizó rápidamente hasta la base de la botella.
Oh…
Quizás sólo era una simple gota de agua.